El Ministerio Público Fiscal volvió sobre sus pasos, y opinó que corresponde declarar la inocencia de Roxana Teves, de dos de sus hijos y de su nuera, y del dueño de una carpintería, Miguel Albarracín, en una causa abierta en 2009 por la supuesta privación ilegítima de la libertad del empresario Augusto Severini y la presunta organización de una presunta asociación ilícita. El dictamen de la fiscala Mariana Rivadeneira indica que algunos de los delitos imputados previamente por sus pares Guillermo Herrera -renunció en 2015 para jubilarse con el beneficio del 82% móvil acorralado por las objeciones a su labor, entre ellas la que desplegó en la causa “Teves”- y Adriana Giannoni prescribieron por el transcurso del tiempo mientras que otros no lograron ser probados. Si el requerimiento de Rivadeneira es acogido por un juez de Instrucción -anteriormente intervino Juan Francisco Pisa (N°3)-, Teves no irá a juicio oral como reclama desde hace años. La acusada afirma que fue víctima de un grupo de abogados, fiscales y jueces encabezados por el ministro público fiscal Edmundo Jiménez, quienes la privaron de la libertad para despojarla de un patrimonio que en su momento ascendía a más de U$S 5 millones.
El jefe de los fiscales siempre desestimó el relato de Teves. Esta afirma que se autoincriminó para salir de prisión con el asesoramiento de los letrados Alfredo Falú y René Goane (h). En los últimos cuatro años, Teves inició numerosos procesos y reclamos para probar su versión, que implica a dos de los hijos del superior de Rivadeneira, los abogados Ana Lucía Jiménez y Edmundo Javier Jiménez. Ninguno prosperó. Ni siquiera el relacionado con la jubilación de Herrera. En 2015, el Colegio de Abogados de la Capital que presidía Francisco García Posse había acusado al ex fiscal de convertir casos civiles en penales para obtener la entrega de sumas de dinero mediante medidas coercitivas. El Colegio citó como ejemplo de ese posible patrón irregular a los casos “Teves”, “Rigourd”, “Valdez”, “Jorrat” y “Pérez”. El ex fiscal aún no rindió cuentas públicas respecto de su actuación en ninguno de estos procesos.
Pese a que lleva casi 10 años de trámite, el caso de Teves fue mantenido en la órbita de la instrucción penal de la capital. El Ministerio Público Fiscal sólo perdió brevemente el control del expediente en 2015, cuando, tras episodios severos de tensión institucional, debió cederlo a los auditores de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán. Esos funcionarios constataron las anomalías que había expuesto la imputada. Ese control no surtió efectos. Giannoni, a quien Jiménez asignó el proceso luego de la controversia con Herrera, requirió el juzgamiento de Teves y de sus familiares, y de Albarracín a finales de 2015. A todos ellos había denunciado Carolina Severini, hija del empresario, tras el fallecimiento de este. Aunque la imputada apoyó la decisión de Giannoni y solicitó su juzgamiento, a fines del año pasado el juez Pisa anuló de oficio el requerimiento de aquella fiscala. “Sus imputaciones no resultan claras, precisas y circunstanciadas como exige la plena vigencia del debido proceso”, dijo.
En esas condiciones la causa llegó a manos de Rivadeneira. A esta le llamó la atención que Carolina Severini nunca haya denunciado a Teves en vida de su progenitor: la fiscala adhirió a la idea de que la imputada era empleada de este y no su pareja, como aquella sostiene. También advirtió que la hipótesis de que Teves privaba de la libertad de Augusto Severini resultaba inconsistente con el hecho de que este se comunicaba por teléfono con su entorno, como habían manifestado los testigos. “Además, los médicos fueron a revisarlo (mientras estuvo enfermo)”, añadió Rivadeneira. La representante del Ministerio Público Fiscal dijo que estaba acreditado que Augusto Severini era “autosuficiente, personalista y desconfiado”, y que delegaba algunas gestiones en Teves, como la renovación de plazos fijos en dólares que estaban registrados a nombre de ambos. “No se advierte en lo más mínimo la existencia de una organización delictiva”, opinó Rivadeneira, que dictaminó la prescripción de otras figuras penales. Consultada al respecto, Teves dijo que iba a seguir buscando justicia. “Siempre fui inocente. Se equivocan si creen que así podrán callarme”, aseguró.